La decisión de empezar la nutrición por sonda a veces debe tomarse muy deprisa, por lo que es comprensible que se sienta un tanto abrumado/a y preocupado/a por las consecuencias que tendrá en su vida.
El miedo a lo desconocido puede hacerle sentir inseguridad o incluso ansiedad. No debe preocuparse, ya que estos sentimientos son totalmente normales durante esta fase. Con el tiempo y un apoyo adecuado, mejorarán.
Esta página web ofrece consejos para apoyarle y orientarle durante este proceso. También le ayudará a entender que la nutrición por sonda es la mejor opción para usted y que puede ser una parte positiva de su vida, ya que le aportará beneficios reales a su salud y bienestar. Tenga en cuenta que hay pacientes que, por su enfermedad, se atragantan con facilidad cuando se alimentan por vía oral, lo que les provoca un importante grado de estrés y ansiedad. Con la nutrición por sonda, ese riesgo de atragantamiento desaparece y, en consecuencia, la preocupación se reduce.
Además, en muchas ocasiones la indicación de nutrición por sonda es tan solo por un periodo de tiempo determinado, ya que puede mejorar la causa que la motivó. Asimismo, alimentarse por sonda no siempre significa abandonar la nutrición oral, pudiéndose compaginar ambas. Antes de hacer cualquier cambio en su rutina de nutrición, hable siempre con su médico.
Conozca de primera experiencias y vivencias de personas que han compartido su situación y que están pasando por situaciones por las que también puede estar pasando usted. Conocer cómo afrontan los demás un proceso de cambio a la nutrición por sonda puede ser de gran ayuda y hará entender muchas de las circunstancias que lo rodean y que pueden afectarle.